domingo, 14 de octubre de 2012

CANCIONES DE LA GRAN DERIVA en TAMTAMPRESS


POEMAS ENTRE LOS ZARANDEOS DE LA VIDA

Dedicada ‘A los que esperan’, una nueva edición de ‘Canciones de la gran deriva’, de Vicente Muñoz Álvarez, revisada y aumentada, acaba de ver la luz en la editorial Origami, con portada de Julia D. Velázquez y prólogo del poeta David González.

Por ELOÍSA OTERO

Hay libros que solo tienes que pedirlos y en unos días te los llevan a casa. Es lo que pasa con Canciones de la gran deriva, del escritor y activista cultural Vicente Muñoz Álvarez (León, 1966), puesto a la venta hace solo unos días en la tienda On-line de la Editorial Origami. Un poemario que llega a los lectores trece años después de su primera edición en la colección Zigurat del Ateneo Obrero de Gijón. En esta ocasión, como entonces, el libro aparece encabezado por una cita de Malcolm Lowry:

A veces me veo como un gran explorador que ha descubierto un país extraordinario del que jamás podrá regresar para darlo a conocer al mundo.
Porque el nombre de esta tierra es infierno.

“Hablar hoy en día del poeta y narrador Vicente Muñoz Álvarez es hablar, sin la menor duda, de una figura capital, ya mítica, en la contracultura de las letras españolas: figura que empezó a forjarse allá en la década de los noventa, como editor de Vinalia Trippers, legendario fanzine leonés de grapa y papel en el que nos dimos cita escritores contracorriente cuyas palabras, como bien señaló Salustiano Martín, venían de la calle y surgían de la vida que nos zarandeaba”, anota en el prólogo su gran amigo, el poeta asturiano David González.

“Esos zarandeos de la vida, cuando no golpes directamente, están presentes ya desde un principio en toda la literatura de este escritor que se ha convertido por derecho propio en ejemplo y referencia de las nuevas generaciones de autores contraculturales. Esta circunstancia ha hecho que su obra, personal e intransferible, se haya visto vinculada, en mayor o menor medida, a movimientos como el Realismo Sucio, La literatura Beat, La poesía de la conciencia o, más recientemente, la Generación Nocilla o Afterpop”, añade González.

El poemario que ahora reedita Origami, revisado y ampliado, fue el primero que el autor leonés entregó a la imprenta allá por 1999, antes de que el siglo XX llegara a su ocaso, aunque la versión actual incluye 13 poemas más. David González recuerda en el prólogo cómo en aquel entonces, antes de que se publicara el libro, le impresionaron los últimos versos de un poema de Vicente titulado ‘Tedio’: De regreso a mi cuarto pienso / que lo peor de crecer / es no poder contar más años / con los dedos… Y que fue entonces cuando decidió publicar el libro en la colección Zigurat, que el propio González dirigía entonces en Asturias.

“Es un poemario que no dudaría en calificar de visionario ya que los temas que trata —la crisis que nos asola sin ir más lejos— siguen vigentes a fecha de hoy, en el momento de escribir estas líneas, quizá incluso más vigentes que cuando fueron escritos, cualidad que solo poseen los grandes libros”, añade González.

Al hablar de Vicente Muñoz Álvarez cabe, también, citar aquí sus Últimos frutos del huerto, la última entrada que el poeta leonés ha publicado en su blog Mi vida en la penumbra, ilustrada con un extraño tomate multiforme salido de su huerta y de la cámara de Julia D. Velázquez:

recolecto estos días, antes de salir de casa a intentar vender zapatos, los últimos frutos del huerto, pimientos, calabazas y bizarros tomates que maduran apresuradamente bajo la llovizna otoñal y adquieren fantásticas formas, como pequeños homúnculos (o metáforas de la desintegración del régimen), mientras compruebo en la calle la gravedad de la crisis y la desconfianza de mis clientes, que intentan sobrevivir al naufragio reduciendo drásticamente las compras… examinan los muestrarios con lupa, se quejan del sistema y las ventas, me cuentan sus penas, me contagian sus miedos, rememoran los buenos tiempos, se excusan de retrasarse en los pagos, anulan pedidos y amenazan con cerrar… todo ello con el telón de fondo de manifestaciones, batallas campales, desastres bursátiles, despidos masivos y gritos de rebelión…

siempre adelante
me digo

ya volverá
la poesía

ya llegará
la ensoñación

v

Pero, además de cultivar su huerto y salir a ganarse la vida como vendedor de zapatos, Vicente Muñoz no deja de trabajar en otras muchas cosas, en otros campos, como el de la literatura, que también dan sus buenos frutos. Así, este mismo mes de octubre, saldrá en la editorial Baile del sol su nuevo poemario, en el que ha estado trabajando estos últimos años: Animales Perdidos, con un prólogo de José Ángel Barrueco. En 2013 está prevista la publicación de una antología homenaje a Louis Ferdinand Céline, que el poeta leonés ha coordinado con Julio César Álvarez. Y, también en 2013, un nuevo número de la revista-fanzineVinalia Trippers, de la que Vicente Muñoz es fundador y en la que participa un nutrido grupo de escritores, poetas, dibujantes y artistas amigos. Eso sin olvidar las diversas antologías de prosa y poesía para las que le han pedido textos a este autor, y que saldrán entre este año y el que viene..


ZONA

Qué difícil
entender el mundo
tener la conciencia tranquila
cumplir con todo a tiempo
reciclarse estar al día
no desesperarse acobardarse
deprimirse abandonarse
no enfermar

qué fácil
desfallecer
arrojar la toalla
elegir mal el camino
qué pequeños somos
cuánto nos exigen
qué jodido nos lo ponen
y qué fácil es fallar.

[Uno de los 13 nuevos poemas del libro 'Canciones de la gran deriva', de Vicente Muñoz Álvarez]

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