8.01 a.m. y toda la noche dando vueltas y más vueltas in my bed pensando en cómo salir de esta crisis...
Para los que no lo sepáis aún, además de poeta, narrador, antólogo, editor y demás, vendo zapatos, soy representante de calzado (dentro de un par de horas estaré con mi furgo llena de maletas recorriendo las calles) y la cosa, mi gremio al menos, echa humo y está a punto de hundirse y arder...
Fábricas y tiendas que cierran, negativas contínuas, jubilaciones anticipadas, traspasos, impagados, despidos...
Ser comercial en estos tiempos que corren es poco menos que una quimera, una entelequia, pero aquí estamos, sustituyendo ordenador y pluma por duplicados y muestras, con el pelo rapado, con el disfraz de hombre cuerdo y preguntándome cuánto tiempo más podré resistir hasta que Babilonia defintivamente reviente.
Nuestro mundo se pierde, nuestro esquema se rompe, nuestros ingresos descienden, nuestra autoestima flaquea...
Es lo que nos ha tocado vivir, nuestro presente, el Estado de Bienestar, a lo que el capitalismo ha llegado...
Toda la noche dando vueltas in my bed alrededor de mi cabeza y de mi corazón, y toca ya ponerse el uniforme y la máscara y fingir que todo fluye y encaja, aunque ninguna pieza encuentre acomodo ni espacio y todo en el fondo sea caos y desesperación y ruina...
Pienso en quemarlo todo, en desaparecer, en marcharme a la India, en emigrar...
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¿Dónde está el camino de baldosas amarillas?
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pero la música la ponemos nosotros
ResponderEliminary el baile también,
aunq todo esté perdido
siempre qda molestar,
puede ser y -a mí siempre me queda esa sensación- que el camino nos lleve al punto de partida.
gracias my friend x el guiño en hank.
tendremos que imaginarlas, tío... quizá construirlas dentro de nosotros... Fuerza, muchacho...
ResponderEliminarAnimo, amigo. Estoy seguro que tú puedes con eso y con más.
ResponderEliminarRecibe mi apoyo y amistad.
Un abrazo y vida y salud y fuerza y babilonias derrotadas y conquistadas…
no hay camino de baldosas amarillas, ni zapatos de purpurina roja, vic. sólo el valor, el aceite, el corazón... la imaginación. te recomiendo ver "slumdog millionaire" antes de comprar un pasaje para india. besos.
ResponderEliminargracias a todos, compis: me reservo, eso sí, el último fósforo para encender la hoguera...
ResponderEliminarPuedes irte a la India o al Cuerno de África, pero cómo dejes de escribir te maldigo.
ResponderEliminarC., un lector anónimo.
mi boli, of course, se viene conmigo al infierno...
ResponderEliminarpor cierto: el Cuerno de Africa: mola...
gracias por la sugerencia.
"El último fósforo me reservo para encender la hoguera".... ah, carajo, pero qué verso te ha salido de toda esta babilonia ardida. O será porque a mí también me gusta hablar de fuego y hohueras. Sólo pienso en que ese verso que te ha salido -y en un simple comentario- talvez no hubiese sido en otras condiciones, quizá similar, pero no dicho así. En todo caso, si después de la India quieres dar un paseo por otro lugar de saberes milenarios... no más avise, que yo saldré, aunque llueva.
ResponderEliminarAbrazo y ánimo siempre, my dear V.
trenzas.