martes, 7 de marzo de 2017

HÍBRIDOS 2017: Alex Cooper.



Álex Cooper: 
"Teníamos una red social sin necesidad de ordenadores"

Álex Cooper protagoniza la cuarta entrega del programa ‘Híbridos 2017’ con una charla en El Gran Café en la que revisitará las lecturas de su adolescencia que contribuyeron a su percepción del mundo y le impulsaron a formar Los Flechazos

Joaquín Revuelta | La Nueva Crónica, 07/03/2017

El interesante proyecto cultural ‘Híbridos 2017’ retorna este miércoles a su escenario natural, El Gran Café, para recibir a Álex Cooper, que nos propone en esta ocasión "volar en el tiempo hacia atrás" aterrizando en su habitación de adolescente y revisitar las lecturas que le acompañaron en los años en los que descubrió la cultura beat y los sesenta. A partir de las 21:00 horas, con entrada libre hasta completar el aforo de la sala, el público asistente a lo que los organizadores del evento, Vicente Muñoz y Silvia D Chica, han dado en llamar ‘Los libros de la Era Pop’, con un subtítulo que reza‘Lecturas adolescentes de un fanático del Planeta Beat’, podrá escuchar por boca de su protagonista, que no es otro que Alejandro Diez Garín, anécdotas, extractos, secretos y unas cuantas canciones en formato acústico que Álex irá desgranando acompañado de Mario Álvarez, guitarrista de Cooper. "En la charla de mañana en El Gran Café voy a hablar un poco de cómo se gestaron Los Flechazos y cómo al introducirnos en toda la escena mod, que a finales de los ochenta estaba en plena efervescencia, y descubrir todos los fanzines que la gente escribía supuso un viraje hacia la búsqueda de las raíces en los años sesenta. Lo que me encontré en los fanzines mod de aquella época que me ayudaron a formalizar todo mi pensamiento era un interés como universal por la cultura de los años sesenta", señala el músico alicantino afincado en León desde los 14 años, para quien aquellos fueron años de descubrimiento, del arte pop americano, de las corrientes literarias, de la importancia del cine... "Yo que no había tenido grandes intereses culturales hasta entonces, y a través de la música empiezo a abrir puertas, una detrás de otra. Me empiezo a encontrar con diferentes referencias que malamente asimiladas, como son todas las cosas en la juventud, acaban formando parte del universo estético que creamos, Los Flechazos. Entonces ‘La chica de Mel’ es una especie de fabulación mía sobre un cuadro de Mel Ramos o en ‘Viviendo en la Era Pop’ aparece un personaje que se llama Larry Lynch y que es el protagonista de un relato de Tom Woolf, autor de un libro de cabecera para todos nosotros en aquella época, como era ‘La banda de la casa de la bomba y otras crónicas de la era pop’. Así,‘Suzette’, una de las canciones más conocidas de Los Flechazos, es la protagonista de ‘Absolute beginners’ que en España se llamó ‘Principiantes’ y que era una novela de la trilogía londinense del autor Colin Macinnes". 

Lógicamente internet hoy nos ha cambiado la vida porque podemos llegar a todo tipo de información, pero en aquellos años acceder desde una pequeña ciudad de provincias como León a todos estos movimientos no era una tarea sencilla precisamente. "Como decía una de las canciones de Los Flechazos, ‘aquellos cientos de buzones repletos de cartas’, nosotros teníamos una red social sin necesidad de ordenadores. En nuestra pequeña escena mod teníamos conexiones con los mods de Málaga, Barcelona, Madrid, Vitoria, Asturias..., realizábamos viajes, íbamos a fiestas y ellos venían a las nuestras. Así nació el Purple Weekend. Después de que me fuera de viaje a pasar cinco días con gente que apenas conocía en una concentración mod mediterránea que tuvo lugar en Barcelona y a la que acudieron mods franceses, italianos y de toda España regresé a León con la idea de querer hacer algo similar en mi ciudad", recuerda Álex, que reconoce el papel jugado por la televisión a través de programas como ‘La edad de oro’ de Paloma Chamorro en el que «igual veías la actuación de Los monaguillos o de Los Nikis como te ponían un reportaje sobre un artista plástico como Christo o daban a conocer las últimas exposiciones en las galerías madrileñas. De alguna manera te llegaba, aunque a cuentagotas". 

Álex Cooper reconoce que con motivo de la charla de mañana ha estado reordenando sus viejos libros y se ha percatado que del autor que más libros tiene es Anthony Burgess, del que Kubrick adaptó una novela suya que daría lugar a una de las películas más emblemáticas de los setenta, ‘La naranja mecánica’. "Yo estudiaba Filología y fue un escritor que me interesó desde el principio, cuando descubrí que había sido parte muy activa de la elaboración del lenguaje que aparece en ‘En busca del fuego’, de Jean-Jacques Annaud. Como especialista en lenguas indoeuropeas, Burgess asesoró a los actores cómo tenían que gruñir para recrear el habla del hombre prehistórico. Accedí a Anthony Burgess a través de la Trilogía Malaya. Cuando llegué a ‘La naranja mecánica’ ya había visto la película y mi primera reacción ante ella fue de rechazo a la ultraviolencia. No podía fijar de dónde venían las cosas y cuál era el objetivo de lo que allí se planteaba. La lectura del libro me ayudó a comprender mejor la historia y a descubrir que el manuscrito tenía mucho que ver con las peleas entre mods y rockers a principios de los años sesenta en Inglaterra, que fue como la chispa del clima de violencia que se generó por parte de pequeños pandilleros contra la población. Porque la iconografía de la película tiene más que ver con las bandas de skinhead de finales de los sesenta", aclara Cooper, que reconoce conserva todavía los libros de su adolescencia. "De hecho el domingo los puse todos encima de la mesa del salón, les hice una foto y en redes sociales dije que estaba preparando la charla del miércoles. Estaba desesperado porque no encontraba ‘El buda de los suburbios’ de Hanif Kureishi y ‘Ciudad de ébano’, de Colin Macinnes y por suerte me escribió rápidamente Elena, de Los Flechazos, diciendo que los tenía en su casa".




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