domingo, 30 de septiembre de 2012

ELISA, VIDA MÍA


Otra de las obras maestras indiscutibles de Carlos Saura, quizás mi preferida, Elisa, vida mía (1977) sigue fascinando y sobrecogiendo pese al paso del tiempo, erizándonos la piel en cada secuencia e inundando de saudade y melancolía el corazón.

Como todas las películas de Saura de esta década, Elisa, vida mía es un complejo entramado de personajes, recuerdos y sensaciones que reflejan de modo incisivo las pulsiones y contradicciones humanas, nuestra tragedia y poesía, nuestro absurdo y grandeza, nuestra ternura y desesperación, y nos arrastran con un ritmo pausado y denso al fin de la noche, ese lugar sin retorno donde confluyen todos los caminos.

Fernando Rey y Geraldine Chaplin están impresionantes en sus respectivos roles: el padre escritor asfixiado por su nihilismo y recuerdos, y la hija confusa y atormentada en plena crisis existencial.

Ellos dos solos, encerrados en un caserón solitario, con el piano  tristísimo de Erik Satie (que podéis escuchar en el vídeo de la entrada anterior) de fondo, reconstruyen una historia fragmentada y especular, pesadillesca y terrible a veces (la secuencia de la mujer asesinada en el camino pone los pelos de punta), poética y surrealista siempre, que trasluce el caos interior y fobias de ambos personajes, trasladándolos con mano sabia al espectador.

Oscura como la tumba donde yace mi amigo (que diría Malcom Lowry), magnética y desencantada e ideal para videar en los días de nostalgia e introspección.

Vicente Muñoz Álvarez

Elisa, vida mía in You Tube:

1 comentario:

  1. Está rodada en su mayor parte en mi pueblo, Melque de cercos, en Segovia, donde también se rodó el filme Los motivos de Berta, fantasias de pubertad.

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