martes, 4 de septiembre de 2012

COSECHA ESTIVAL


se termina lentamente el verano, los días son más cortos, las mañanas más frías, las noches más largas y el huerto está ahora en su plenitud, así que es hora de celebrar la cosecha y prepararse para recibir con una sonrisa la nueva estación.

pensaba hoy, mientras paseaba con mi perra por el bosque, en lo insaciables que somos en occidente, cuánto tenemos aún que aprender de oriente y qué bien nos vendría que nos enseñaran desde niños a meditar para domesticar el ego y sosegar la conciencia, en lugar de estar todo el día en guerra con nosotros mismos y necesitar siempre más y más y más...

el pequeño jardín de nuestra casa, que hemos convertido en huerta, nos ha dado tomates, cebollas, pimientos, guindillas, calabazas, lechugas, perejil, orégano, cilantro, laurel, menta y albahaca, ciruelas, fresas e higos, calabacines, pepinos y pepinillos, y muchos buenos ratos de lectura y ensoñación.

a nivel literario, he entregado a imprenta dos libros que verán en breve la luz, Animales perdidos (con prólogo de José Ángel Barrueco) y Canciones de la gran deriva (una segunda edición de mi primer poemario, revisada y ampliada con 13 poemas inéditos y prólogo de David González), he coordinado con Julio César Álvarez una antología homenaje a Céline titulada El descrédito (que espero se edite también pronto), he escrito un montón de nuevos poemas y prosas, colaborado en varias revistas y antologías, etc, etc.

y a nivel personal y afectivo, el más importante, ahí está mi familia, siempre presente,  mis amigos continuamente apoyándome, y mi compañera  permanentemente a mi lado.

y con todo ello, sigo pidiéndome constantemente cuentas y en pugna perpetua conmigo mismo, en lugar de disfrutar de mi trabajo y esfuerzo...

tomo por tanto 
nota de la lección
antes de comenzar
a vender zapatos
y me dispongo 
a saborear 
los frutos
del verano
y el huerto

v

2 comentarios:

  1. Lo suscribo todo, Vic, son grandes verdades.
    Disfruta de los pequeños (y más importantes) detalles de la vida y de todo lo cosechado. Fuerte abrazo

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  2. Tu los has dicho, debemos aprender a sosegar la conciencia, esa es la clave.

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