Uno de los muchos tesoros que, tras dos años y medio de pandemia, desengaños y guerras, me he encontrado en el camino, ha sido esta casita, encantadora y sencilla, acogedora y maravillosa, con su patio encalado lleno de buganvillas, un remanso de paz en Caños de Meca, donde por unos días me he perdido y reencontrado en la Tierra... Hacía mucho tiempo ya que no volvía a Caños, y afortunadamente, como un milagro entre el caos, todo allí sigue igual... El mundo se seguía hundiendo mientras, no entraba en el correo ni en facebook, apenas leía las noticias y los políticos seguían con su juego de tronos, pero ese lugar, perla entre las perlas, se merece, sin duda, un poema... Cambian los tiempos, el cuerpo y las mentes, pero no el corazón, siempre al desnudo si te paras a oírlo: detente a escucharlo...
Vicente Muñoz Álvarez
Photo by Marlus Leon
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