viernes, 24 de junio de 2011

BACK HOME


Nada como unas buenas vacaciones en el mar para desintoxicar las neuronas y el corazón: los paseos interminables por las playas desiertas, las perlas de ruta, las noches de furgoneta bajo el cielo estrellado, las sesiones de lectura en la arena, la línea vaporosa del horizonte para ensoñar...

Durante 18 días 18 me propuse no coger el teléfono, no mirar internet, no abrir el correo... centrado exclusivamente en mi pareja y en mí, viviendo intensamente el momento y saboreando sólo el presente...

Y al llegar ayer a casa, cientos de mesajes y buenas noticias literarias (ya está apalabrada la editorial para Cult Movies: Películas para llevarse al infierno, en la imprenta Trippers from the Crypt y a punto de llegarme otra antología en la que colaboro, entre otras muchas estupendas cosas), mi ciudad en fiestas, la terraza de un verde explosivo y la dulce rutina estival esperando...

Por encima de lo que se sienta y vea, de lo que se ande y encuentre, los viajes tienen desde mi punto de vista un objetivo esencial: recuperar en la distancia las ganas de entrarle a tu mundo, valorarlo y añorarlo y volver renovado y limpio a él.

Y eso es exactamente lo que hemos logrado.

Y aquí estamos de nuevo.

Y traemos cargadas las pilas

y el corazón.

v

3 comentarios:

  1. Enhorabuena por este blog, y muy buena entrada, un saludo desde Luz y Penumbra :)

    ResponderEliminar
  2. Pues Bienvenidos seáis...Me alegro mucho de haberte encontrado gracias a estas "nuevas tecnologías"...Ando "surfeando" por tu blog y me mola mucho...Enhorabuena por hacer lo que te gusta y muchos besos...Nos vemos. Hilda.

    ResponderEliminar