Le conocí en el instituto, y fueron muchas tardes de mus, peinando las cartas. Nos vimos luego algunas veces, cuando yo volvía por León, la casualidad quería, y siempre la misma conversación: " A ver si un día podemos volver a echar un mus". Adios Tejada, y a ver si algún día podemos echar otra.
Yo nunca le conocí personalmente, jamás le vi pinchar, ni en un concierto y no teníamos amigos comunes. Pero le recuerdo desde que tenía 13 años (hace 6) como una parte más de León, andando en bici, en el casablanca cuando me alquilaba una película, siempre que le veía me daban ganas de sonreír porque me parecía precioso sentir que conocía a alguien sin conocerlo, sobretodo a una persona que daba la impresión de ser tan libre e interesante. Por eso ahora que me enterado que ya no está siento una profunda tristeza, porque León ha perdido algo de magia. Me apeteció escribir este comentario para la gente que le queríais y conocíais, para que sepáis hasta que punto hizo del mundo un lugar más alegre y especial a muchas personas. Lo siento de corazón. Un abrazo.
Gracias, Polonia. Yo tuve la suerte de conocerlo y compartir momentos con él. Me he enterado hoy de forma muy confusa, no vivo en León y alguien vio un nombre familiar en su esquela. He llegado aquí y he visto su foto y he recordado cómo, siempre que nos veíamos, me recibía con una enorme sonrisa y algo que yo no sabía qué era y que tú has acertado en definir; magia. Gracias, Manolo, por las risas y la eterna sonrisa.
Le conocí en el instituto, y fueron muchas tardes de mus, peinando las cartas. Nos vimos luego algunas veces, cuando yo volvía por León, la casualidad quería, y siempre la misma conversación: " A ver si un día podemos volver a echar un mus". Adios Tejada, y a ver si algún día podemos echar otra.
ResponderEliminartienes toda la razón...
ResponderEliminarYo nunca le conocí personalmente, jamás le vi pinchar, ni en un concierto y no teníamos amigos comunes. Pero le recuerdo desde que tenía 13 años (hace 6) como una parte más de León, andando en bici, en el casablanca cuando me alquilaba una película, siempre que le veía me daban ganas de sonreír porque me parecía precioso sentir que conocía a alguien sin conocerlo, sobretodo a una persona que daba la impresión de ser tan libre e interesante.
ResponderEliminarPor eso ahora que me enterado que ya no está siento una profunda tristeza, porque León ha perdido algo de magia.
Me apeteció escribir este comentario para la gente que le queríais y conocíais, para que sepáis hasta que punto hizo del mundo un lugar más alegre y especial a muchas personas.
Lo siento de corazón. Un abrazo.
Gracias, Polonia. Yo tuve la suerte de conocerlo y compartir momentos con él. Me he enterado hoy de forma muy confusa, no vivo en León y alguien vio un nombre familiar en su esquela. He llegado aquí y he visto su foto y he recordado cómo, siempre que nos veíamos, me recibía con una enorme sonrisa y algo que yo no sabía qué era y que tú has acertado en definir; magia. Gracias, Manolo, por las risas y la eterna sonrisa.
ResponderEliminarSin duda Manuel era un tipo muy especial que siempre permanecerá en la memoria de muchas personas y de León.
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