y ahora sí que sí, queridos drugos, el concierto terminó y es la hora de las despedidas... hasta aquí hemos llegado, me digo, verano de 2014 en la Tierra, hablando de aquella época frenética y de iniciación, 1970-90, y del León subterráneo de entonces, al que le debía desde hace tiempo este homenaje... me lo decía a menudo la peña: has escrito de todo, pero no de aquello, cuando éramos reyes, héroes, cuando tocabas la batería en Veredicto Final, basta ya del León rural y folclórico y tradicional, hay otras realidades aparte de las que nadie ha hablado aún: cuéntalas... y en ello, en contároslo, he invertido, regresión tras regresión, estos últimos meses... lo suyo ha costado, días y noches y semanas volviendo a mi infancia y juventud (el primer cuarto) y viajando en el espacio y el tiempo a aquel León lisérgico y especular... porque del otro, el que os han contado hasta ahora, el de las viejas gestas y maestros, ya lo sabíais casi todo... pero no tanto de este, que también estaba entonces y allí, alternativo y tentador... llega el momento de las despedidas, queridos drugos, de pasar a otra fase y seguir el camino, como siempre, mirando hacia adelante y al frente, y llega también el momento de brindar por algunos, unos cuantos, los mejores, los que dieron entonces luz y color a mi vida: Ana Campe, Silvia Vinalia, Bingo, César, Edu y Luis, Veredicto final & Las Specíficas, mi peña incondicional de entonces, Dani, Justo, Yuyo, Ramón, Jandri, Jose, Vito, Yordi, Agustín, Gato, Jato, Jatín, el Bufa y el Gabi, y los Flechazos, Abogado del Diablo, Deicidas, La Fuga, Los Vagos, Opera Prima, los Salamander, los Positivos y etc, aquellos grupos que tantas y tantas noches nos hicieron vibrar, y los Cardiacos y el CCAN, faro y norte y guía, y tantos otros que iluminaron aquellos días...
ellos saben
quiénes son